Ser emprendedor en el siglo XXI

Sin duda, el siglo XXI ha cambiado la forma de emprender. Ser un emprendedor en este siglo XXI es un desafío apasionante y exigente. De hecho, quienes estamos aprendiendo, tenemos que ser muy resilientes para enfrentar diversos desafíos. Esto se debe a que el mundo está creciendo y cambiando tan rápidamente que nos exige desplegar habilidades de pensamiento innovador para mantenernos al día y lograr abrirnos camino un mercado cada vez más competitivo. Por ello, el emprendedor del siglo XXI tiene que ser una persona muy organizada, flexible y visionaria. Esto significa estar pensando y planificando constantemente. Una buena forma de hacerlo es crear y mantener planes de negocios y proyectos  efectivos e innovadores y con una mirada sostenible, especialmente, para quienes adherimos a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Además, un buen emprendedor también debe tener excelentes habilidades de comunicación, capacidad de liderazgo y capacidad de liderar a otros de manera efectiva, entre otras tantas competencias instrumentales, interpersonales y sistémicas. Entre ellas, comprender los números o, en su defecto, buscar asesoría experta. Este aspecto es crítico, pues las personas emprendedoras necesitamos comprender y poder pronosticar el futuro de nuestras empresas. Esta capacidad nos permite planificar, organizar y dirigir nuestros negocios, de manera sostenible. Además, un emprendedor exitoso o en el camino del emprendedor también debe ser financieramente sólido y capaz de soportar pérdidas financieras y proteger los activos de su empresa.

Con todo, quienes hemos decidido emprender, ahora somos nuestros propios jefes o jefas. Todas las decisiones ahora están en nuestras manos. Esta condición nos permite establecer nuestros propios objetivos y determinar cómo queremos desarrollarnos en todas las dimensiones de nuestras vidas, no sólo en la económica. Esta condición es cada más frecuente en países desarrollados y en vías de desarrollo. De hecho, a nivel global, cada día más personas deciden emprender su propio negocio. Las razones de este incremento exponencial podrían encontrarse en el avance de la tecnología digital, que nos permite conectarnos fácilmente con todo el mundo, y en las políticas locales de emprendimiento, que facilitan crear topo tipo de sociedad empresarial.

Ahora bien, creo que todos, independientemente de nuestra formación disciplinar, debiéramos conocer y manejar ciertos conceptos, tales, como ecosistema emprendedor, joint-venture, micro-emprendimiento, tecnología Blockchain y emprendimiento sostenible, entre otros muchos conceptos emergentes. Entonces, la pregunta a plantearnos para comenzar podría ser: ¿Estamos desarrollando la capacidad emprendedora en nuestros estudiantes de acuerdo a contextos culturales, políticos, económicos y sociales? Lo dejo para la reflexión.

Finalmente, aproveche de invitarte a compartir nuestras experiencias emprendedoras en el Primer Congreso Internacional de Emprendimiento y Educación – CIEE 2021, por realizarse el 26 y 27 de noviembre de 2021, en modo virtual, desde Chile.
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Por Fernando Vera, PhD – Académico-emprendedor. Fundador y CEO de Grupo Transformar (Centro Transformar, REDIIE, Revista Electrónica Transformar, Kimkëlen E-School). Consultor Internacional (CHILE). Sitio web

Crédito foto destacada: Pixabay.

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