¿Alumno o estudiante? El lenguaje nos delata

El siguiente diálogo fue creado con la ayuda del ChatGPT, un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, como parte del proceso de integración de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación superior, impulsado por el autor. Específicamente, este diálogo fue diseñado para explorar y contrastar las perspectivas de una docente que adopta un enfoque constructivista y otro que adopta un enfoque conductista, en su praxis. El objetivo busca resaltar las diferencias entre estos enfoques y cómo se reflejan en la forma en que estos docentes conceptualizan los términos “estudiante” y “alumno”. Por otra parte, es importante tener en cuenta que el lenguaje utilizado en el diálogo no necesariamente refleja la realidad o las creencias de docentes específicos, ya que fue generado por el modelo de lenguaje con el propósito de ilustrar las diferencias en los enfoques pedagógicos. Bien, veamos que dicen nuestros colegas.

Romina: Buenos días, Alberto. Hoy me gustaría discutir contigo sobre los conceptos de “estudiante” y “alumno” y cómo los abordamos en nuestras prácticas docentes. Como defensora de un enfoque centrado en el estudiante, me interesa conocer tu perspectiva.

Alberto: Buenos días, Romina. Me parece un tema interesante. Desde mi punto de vista, creo que el término “alumno” enfatiza la importancia de seguir instrucciones y alcanzar objetivos específicos. ¿Podrías explicar cómo te acercas a estos conceptos en tu enseñanza?

Romina: Claro, Alberto. Para mí, el término “estudiante” refuerza el papel activo que desempeñan las personas en su propio aprendizaje. Los estudiantes son protagonistas en la construcción de su conocimiento, aprovechando su entorno, sus experiencias previas y las interacciones con otros. Les animo a participar activamente, a plantear preguntas, a investigar y a colaborar con sus compañeros para construir una comprensión sólida.

Alberto: Entiendo tu perspectiva. Para mí, el término “alumno” destaca la importancia de seguir instrucciones y cumplir con los objetivos establecidos. Los alumnos son receptores del conocimiento y se espera que respondan a los estímulos y criterios establecidos. Utilizo recompensas y refuerzos para motivar su conducta y lograr un aprendizaje efectivo.

Romina: Comprendo tu enfoque. Sin embargo, considero que utilizar el término “estudiante” nos permite reconocer la diversidad presente en nuestras aulas y valorar a cada individuo en su proceso de aprendizaje. Al percibir a las personas como estudiantes, les otorgamos un papel activo en la construcción de su propio conocimiento, promoviendo la toma de decisiones informadas, la autorregulación y el desarrollo de habilidades de aprendizaje autónomo.

Alberto: Es interesante tu punto de vista. Creo que tanto el enfoque en el alumno como en el estudiante pueden beneficiarse al reconocer y promover la diversidad en nuestras aulas. Todos los estudiantes, independientemente de cómo los llamemos, merecen tener éxito académico y desarrollar las habilidades necesarias para su vida futura.

Romina: Estoy de acuerdo contigo, Alberto. Nuestro objetivo común es asegurarnos de que todos los estudiantes adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para su crecimiento y desarrollo integral. Al adaptar nuestras prácticas docentes a las necesidades individuales de cada estudiante, podemos lograr una educación más inclusiva y efectiva.

Alberto: Exactamente, Romina. Nuestra labor como docentes es apoyar y guiar a todos los estudiantes en su camino de aprendizaje. Independientemente de cómo los llamemos, nuestro compromiso es brindarles una educación de calidad que les permita alcanzar su máximo potencial.

Romina: Estoy de acuerdo contigo, Alberto. Al mantener un diálogo abierto y compartir nuestras perspectivas, podemos enriquecer nuestras prácticas docentes y garantizar un ambiente de aprendizaje enriquecedor para nuestros estudiantes.

Este diálogo representa una conversación entre nuestros colegas docentes Romina y Alberto, donde discuten los conceptos de “estudiante” y “alumno”, sin hacer referencia explícita a los términos constructivismo o conductismo. La idea es que como lector o lectora, tú puedas identificar a cada uno. En todo caso, ambos colegas expresan sus puntos de vista y reflexionan sobre cómo abordan los conceptos en su praxis docente. Aunque pueden existir diferencias, se destaca la importancia de reconocer la diversidad y adaptar las prácticas para brindar una educación inclusiva y efectiva.

En última instancia, la distinción entre docentes constructivistas y conductistas va más allá del lenguaje utilizado en un diálogo. Implica una base filosófica y teórica sólida, así como prácticas pedagógicas específicas que respalden cada enfoque. Es importante consultar fuentes adicionales y recurrir a profesionales de la educación para obtener una comprensión más completa y precisa de los diferentes enfoques pedagógicos.

Dr. Fernando Vera.  Doctor en Ciencias de la Educación, académico, investigador y consultor internacional, con alta formación de posgrado, a nivel de master y doctorado. Cuenta con estancias académicas e investigativas en China, Israel, Colombia, México y Argentina. Actualmente, se encuentra concluyendo su segundo doctorado, con mención internacional por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU), España.

 

 

 

 

 

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