¿Por qué es necesario un enfoque transdisciplinar para abordar la Educación para la Sostenibilidad?

Sin duda, avanzar hacia el desarrollo sostenible está lejos de ser una tarea simple, ya que requiere cambios transformacionales en las actitudes y el comportamiento de las personas. A medida que el cambio climático y la destrucción de los entornos naturales continúan afectando nuestro planeta, quienes apalancamos la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, creemos que una intervención educativa significativa debe ir acompañada de un gran sentido de urgencia. La mitigación y adaptación a estos desafíos debe ocurrir ahora y con la participación de profesionales de diversas disciplinas. Por lo mismo, no nos hace sentido implementar cursos en la materia, desde una mirada fragmentaria de la realidad.

La transición hacia el uso sostenible de los recursos de nuestro planeta solo puede lograrse mediante procesos deliberados de transformación, que involucren la colaboración y la integración entre disciplinas científicas, la sociedad civil, los gobiernos y otros stakeholders. Para abordar adecuadamente desafíos tan complejos, la Educación para la Sostenibilidad debe combinar aspectos técnicos transdisciplinares con competencias genéricas basadas en el desarrollo de atributos diferenciales en las personas. Por ello, creemos que un enfoque transdisciplinar desarrolla mejor agentes de cambio efectivos que pueden trabajar con éxito, dentro del contexto de las preocupaciones económicas, medioambientales, sociales y culturales.

En este contexto, la Educación para la Sostenibilidad debería abordar nuestra sociedad, de manera holística, pues los problemas que afectan a nuestro planeta están intrínsecamente interconectados, a nivel mundial. Es decir, son acumulativos y muy dinámicos. Si bien la diferenciación de la ciencia en disciplinas especializadas ​​ha conducido a un progreso extraordinario, la tendencia a compartimentar fenómenos complejos en modelos analíticos aislados ha tenido el efecto de separar los objetos de su entorno. El concepto de sostenibilidad, sin embargo, se resiste a tales simplificaciones o fragmentaciones, lo que requiere enfoques abiertos, integradores o mejor dicho transdisciplinares para la interacción entre el ser humano y su entorno.

La terminología utilizada es importante porque “transdisciplinar” implica una distinción significativa de “interdisciplinar”, que tiende a imponer límites o identidades disciplinarias y, a menudo, perspectivas y metodologías incompatibles. Un enfoque transdisciplinar a la sostenibilidad procede de lo sociocultural a lo biofísico, abordando problemas ambientales complejos primero como desafíos sociales, lo que proporciona el principio organizador para integrar el conocimiento científico apropiado. Sin embargo, nuestra educación está al debe en este desafío. Sólo basta con revisar los proyectos de carrera y mallas curriculares de muchas universidades chilenas.

En efecto, reconocer que nuestro planeta es en sí mismo un sistema integrado hace que sea evidente que se necesita la integración estratégica de varias disciplinas para abordar los desafíos complejos del desarrollo sostenible. Esto significa un flujo e intercambio de conocimiento entre agentes de cambio, desarrollando interfaces funcionales para unir disciplinas, sistemas de conocimiento y culturas. La ciencia de la sostenibilidad es un marco basado en problemas y orientado a soluciones que exploran posibles estrategias de acción desde una variedad de puntos de vista.

En la práctica, un enfoque transdisciplinar implica incorporar diversas perspectivas y pensar fuera de la caja para aprovechar el mejor conocimiento posible, conciliar valores y preferencias, y establecer la propiedad compartida de los problemas y las posibles soluciones. En síntesis, requiere aportes constructivos de las comunidades afectadas y esfuerzos participativos entre profesionales de diversas disciplinas y stakeholders no académicos para promover un verdadero aprendizaje significativo en la materia, que integre contextos formales, no formales e informales para así garantizar que se hayan considerado todos los factores y que las soluciones logradas a través de la formación transdisciplinar sean lo más sostenibles posibles, en el largo plazo.

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Por Fernando Vera, PhD – Académico-emprendedor, Coach ontológico. Fundador y CEO de Grupo Transformar (Centro Transformar, REDIIE, Revista Electrónica Transformar, Kimkëlen E-School). Consultor Internacional (CHILE). Sitio web

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