Quiero partir esta columna de opinión, con dos docentes imaginarios, que he creado para efectos práticos: Rosita y Miguel, ambos colegas, quienes, por su experiencia, parecen apalancar el cambio transformacional en la educación de pleno siglo XXI. La primera colega, Rosita, enseña en primero y segundo de enseñanza básica, en un colegio de alto rendimiento,...Seguir leyendo